Como habitantes urbanos somos bombardeados por publicidades que nos dicen cómo debemos vivir, qué productos debemos comprar para ser felices y tener éxito, en qué debemos creer... Nuestra vida diaria está saturada por las demandas de la economía virtual.

Nuestras ciudades se construyen sobre cimientos capitalistas. Desde un punto de vista histórico, las ciudades se construían para satisfacer las necesidades del comercio y la industria, la producción y el transporte. Pero la pregunta es ¿durante cuánto tiempo puede seguir siendo así? ¿Cómo cambiarán nuestros estándares éticos en la ciudad del futuro? ¿Tendremos nosotros como ciudadanos algún valor en el tejido cultural, social y político de la ciudad del futuro o nos convertiremos en consumidores anónimos? Con la creciente gentrificación y especulación inmobiliaria, el valor de la ciudad y el espacio público también se ha deformado y transformado en un producto financiero y económico.

Anne K. Senstad aborda esta omnipresencia del dinero y las posesiones en su trabajo Gold Guides Me. La escultura, formada por letras en 3D y situada sobre el tejado del Pakhuizen, cuestiona nuestros sistemas de valor financiero y sociopolítico y la economía psicológica de la publicidad. Gold es el nuevo Dios.