El puente junto al agua está situado sobre un muelle frente a un cortafuegos medieval. Se trata de un no-lugar, un espacio que ha perdido su función en la ciudad. La vivienda ha sido concebida como un vacío con múltiples funciones posibles: un lugar de contemplación, un lugar para comer, dormir o encontrarse con otras personas. Todo ello combinado con una infraestructura de soporte capaz de conectar espacios abiertos.

Esta estratificación y funcionalidad abierta son recurrentes en la obra de Studio Mumbai. El flujo, la movilidad y la imprevisibilidad desempeñan papeles claves en sus conceptos, junto con la mutabilidad de la percepción del tiempo y el rechazo del pensamiento lineal y orientado al resultado.

La vivienda del puente también trae consigo una muestra de la megaciudad: la apremiante necesidad de espacio y la falta de viviendas que lleva a un creciente número de personas a sufrir para encontrar un techo digno. Pero su función principal es ser un lugar donde la gente puede protegerse de la mirada intrusa de los curiosos y los visitantes.

La construcción recuerda a los famosos puentes medievales, como el Ponte Vecchio de Firenze o el Krämerbrücke de Erfurt, que también combinan funciones comerciales y residenciales.